Cuando París fue liberada en agosto de 1944, Juliette Gréco,
por entonces una joven promesa de la canción, empezó a visitar diariamente el Hotel Lutetia, en Saint-Germain-des-Prés. El edificio que unas semanas antes había sido sede del servicio de inteligencia alemán, era ahora punto de reunión para prisioneros de guerra y sobrevivientes de campos de concentración. La cantante de 17 años iba acompañada: Albert Camus y Boris Vian caminaban con ella buscando a su familia entre el gentío de uniforme a rayas que poblaba salones y corredores, muy débil para siquiera mantenerse en pie. Hasta que un día, divisó a su madre y a su hermana mayor. Se abrazaron. Estaban vivas. Desde entonces, como muestra de su gratitud, cada vez que visita París, la cantante de 88 años se hospeda en la habitación 304 de este hotel que supo ser frecuentado por Hemingway y Picasso. Símbolo del savoir-vivre francés y de paz y reunión de incontables familias, Lutetia estará cerrado por renovaciones hasta 2017.
Escucha a Juliette Gréco en Bonjour tristesse.
Comentarios