En Europa es frecuente: cuartos individuales y en óptimas condiciones en abadías y monasterios. Pero en Nueva York,
a un paso de los mejores museos y en habitaciones de buen gusto y accesibles es todo un milagro.
Sí, hablamos de pernoctar en conventos y pensionados religiosos, en instalaciones sobrias pero limpias y la cálida atención de las monjas, con quienes se puede interactuar y participar en actividades como recolección de frutas y verduras en su huerta. ¿Cómo contactarlas? Good Night and God Bless es un sitio web que ofrece una guía de estos lugares en diversas partes del globo. Paloma Herrera, la primera bailarina del American Ballet Theatre que acaba de retirarse, contó en una entrevista que cuando se mudó a la Gran Manzana a los 15, su primer hogar fue un convento, donde alquiló un cuarto durante varias semanas.
Foto: Good Night & God Bless
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