Homealmohadas

Dulces sueños: la ciencia de la almohada

Sí, señores: la almohada es tan importante como un colchón. Y si un hotel no ofrece descanso para el cuello y la cabeza, merece el infierno.

 

En mi reciente viaje a Morelia, pasé una noche en el Holiday Inn Express. ¿Lo malo? Era un fin de semana largo, y por la mañana, a las 9 am., una empleada empezó a golpear las puertas de todas las habitaciones al grito de «¿Necesita algo?«. «¡Dormir!», le grité adormilada. Cuando me quejé en recepción, me dijeron que fue «culpa mía», puesto no había colgado el cartel de «No molestar en mi puerta» y que la política del hotel es revisar cada mañana «qué habitaciones están ocupadas«. ¿Acaso no hay un software que reemplace esta revisión «manual» propia de un cuartel militar?, le pregunté. ¿Una simple hoja excel no les funciona? Mis preguntas no tuvieron respuesta, y me gané, nuevamente, el mote de «clienta conflictiva» -obvio que pedí el libro de quejas, y obvio que el gerente no me respondió-.

En fin… Me estoy yendo por la tangente. Por que el comienzo de este posteo versa sobre las almohadas, y eso fue lo bueno del Holiday Inn Express michoacano: en mi cama había dos tipos, marcadas con «Soft» (suave) y «Firm» (firme), blancas como la nieve y vaporosas -¿plumas?-. Elegí la más blanda, y les juro que en toda la noche no me desperté ni una vez. Bueno, lo que me despertó fue el vozarrón de la «revisión» castrense. Pero bueno…Si quieren comprar las almohadas del Holiday Inn, aquí el sitio web

 

Foto: Dirk Ingo Franke (C.C.)

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