El bisabuelo de Paris Hilton, Conrad, no se dedicaba a los hoteles, sino a los bancos. Tenía 31 años cuando llegó a Cisco, Texas, para comprar uno. Tenía 5,000 dólares en el bolsillo y el banco que quería costaba 75,000. Empezó a negociar con el dueño, pero éste le subió el precio a 80,000. «Quédese con su banco», le espetó Conrad.
Cabizbajo, caminó por el pueblo, y vio un hotelito, el Mobley, lleno de empleados esperando un cuarto. Corría el año 1919 y en pleno boom del petróleo, Cisco no tenía capacidad para albergar a tantos trabajadores, que rentaban camas en turnos de ocho horas. Conrad se puso a hablar con el dueño del hotel, que veía el futuro en el oro negro y estaba ya harto de regentear esa posada. Hilton vio una oportunidad: el dinero no estaba en los hidrocarburos, sino en ese hotel. Bingo: se lo compró por 40,000 dólares y así empezó el imperio del bisabuelo de Paris. Mientras la bisnieta de Conrad Hilton era noticia hace unos días por su gira por Chile, donde ofició como DJ, otro país sudamericano estrenaba un hotel de la cadena: se trata del Hilton Garden Inn de Montevideo, con piscina y mullidas camas: Garden Sleep System. ¿Lo mejor? Está muy cerca «del mar», como los uruguayos llaman al Río de la Plata. Más info aquí
Foto: Drdianas.
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