Fue en el Four Seasons de Hampshire, Reino Unido, donde Amy Winehouse fue internada en 2007 por su familia, en un intento casero y caprichoso de rehabilitar a la genial cantante. Contra el consejo de los expertos, que abogaban por una desintoxicación lejos de su entorno y, sobre todo, de su marido, el odioso Blake Fielder Civil, sus padres la metieron en una suite del hotel de lujo, en medio de la campiña inglesa. Indiferente a la piscina climatizada, el Spa y el centro de equitación del resort, Amy se recuperaba de una sobredosis que casi la mata. Pero el tratamiento no iba bien: el bueno para nada de Blake le pasó heroína a hurtadillas y los médicos se dieron cuenta en un análisis de rutina. ¿Qué hacer con esta chica, que no se dejaba ayudar, y cuyo entorno hacía lo contrario de lo que convenía? El final ya lo conocemos. Amy murió en 2011, a los 27, por sobredosis de alcohol. El próximo 28 de febrero, la recordaremos otra vez, cuando el documental Amy compita en los Oscar. Aquí, el trailer.
Foto: Rama
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