A Cristina Rey le pidieron que escribiera una lista de deseos. Sin prestarle mucha importancia, la mandó y se olvidó del asunto. A las pocas semanas, se hicieron realidad, gracias a Philadelphia, en el hotel W de Ciudad de México.
Esta es la historia del día en que descubrí que Aladino no vive en una lámpara, sino en un empaque de queso crema. Resulta que hace un tiempo, mi querida Marcela Huet me preguntó, así casual, «¿Cuáles son las 5 cosas que te dan gusto hacer un fin de semana?»… A lo que respondí cosas sencillitas, porque así soy: #soysencillita…
1. ¡Las pijamas!
2. Tomar el aperitivo y unas tapas en una terraza mientras cae la noche
3. Una ensalada de burrata
4. Un desayuno espectacular
5. Un masaje relajante
No sabía por qué me preguntaba algo tan raro, pero bueno, yo respondí nomás, sin más, porque sí… porque es Marce y me lo preguntaba… y luego me olvidé del tema.
Ya estaba tan en el olvido, que cuando Marce me llamó como un mes después (o más, no sé) para pedirme que le apartara un fin de semana, no lo relacioné a esa conversación, hasta queeeeeeeee llegué a hacer check-in al Hotel W Mexico City como invitación a festejar los 50 años de mi queso favorito Queso Philadelphia México (debo confesar que por eso había ido: porque amo ese queso, jajajaja, #tragona, y no lo amo por lo que les cuento, lo amo en serio y casi a niveles muy graves), y entonces me di cuenta de que no había nadie más invitado a tan magno evento (al menos no ese mismo día), que yo era la invitada especial, y poco a poco fui descubriendo que la marca festejaba su cumpleaños festejándome a mí, cumpliendo MIS deseos, uno por uno:
· Al entrar a mi habitación, descubrí una caja de regalo enorme que contenía una pijama divina, suavecita y 100% algodón… (deseo 1)
· A las 5 pm me esperaban en la terraza del W para tomar cocteles deliciosos y unas tapas tan buenas que eran para morir de felicidad y sin remordimientos. (deseo 2)
· A las 8 pm tenía reservaciones en el delicioso restaurante Cipriani Mexico, donde no solo me esperaban con su icónico Bellini, sino también con una ensalada de Burrata es-pec-taaa-cuuu-laaar… Eso para empezar, ya ni les cuento de lo que vino después. (deseo 3)
· Después de dormir delicioso (adoro las camas de los hoteles!), disfruté de un buffet de desayuno deli! No diré todo lo que me comí porque sería una vulgaridad! (deseo 4)
· Para cerrar con broche de oro, después de reposar un poco el desayuno en mi terraza privada (sí, tuve la mejor habitación…), me esperaban en el área de spa para disfrutar de algunas horas de hidroterapia, una sesión de Temazcal y un masaje relajante…. (deseo 5)
Cinco deseos cumplidos de jalón… Muy consentida me sentí yo… Pero, sobre todo, me quedé sin palabras y afortunada por vivir este detallazo que nunca voy a olvidar: un «finde» a la medida, SOLO PARA MÍ, todo para mí!
Gracias y felices 50 años Queso Philadelphia México, ¡gracias Marcela Huet!
Foto de apertura:
Krista Mangulsone
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